A bordo del Tokio, una gabarra amarrada en la isla de Saint Denis, Alain Fontanille le invita a descubrir el mundo del dorado con latón, cobre o incluso pan de oro.
"Sublimar lo cotidiano" significa pasar primero por diferentes etapas, hacer tentativas, hasta que surge una nueva forma, de las manos y de la imaginación, a pesar de la identidad a veces lamentable del objeto, o al contrario, gracias a ella...".
Estos dos artesanos proponen a través de su saber hacer otra mirada sobre los objetos, escoria de la sociedad del siglo XXᵉ, pero tesoros en sus manos.