A través de dos piezas de espejo, la artista Mette Edvardsen activa nuestra imaginación y abre perspectivas. Sola en el escenario, juega con las posibilidades y los límites del lenguaje para conmovernos.
Apariciones, desapariciones y repeticiones son herramientas para crear mundos y observar la realidad.
En el marco del festival Rencontres chorégraphiques internationales de Seine-Saint-Denis.